Programa de hoy:
Sombra y Resplandor
😮 que Cambió al Mundo
Pastor Carlos Cortez
Escucha nuestro ultimo episodio.
Sombra y Resplandor
Lo Cambio al Mundo
Una travesía por los días más intensos, oscuros pero también más brillantes de la historia de la humanidad.
Días donde el amor se desbordó hasta tocar la muerte… Pero también, días donde la vida se alzó con poder.
Vamos a recorrer el corazón mismo de la fe cristiana, no desde un punto de vista religioso solamente, sino desde un encuentro profundo con el misterio del amor, el sufrimiento, la entrega y… ¡la resurrección!
Te invito a quedarte conmigo para descubrir cómo:
- Jesús lavó los pies del traidor,
- Fue entregado por amor,
- Murió en la cruz cargado de dolor y redención,
- Pero sólo Jesus… RESUCITÓ para darnos una vida nueva.
Imagina a un hombre, de rodillas…
Con una toalla atada a la cintura y una jofaina o balde con agua…
Pero no es un sirviente…
Es el Maestro… Es Dios…
Se arrodilla ante ti… y comienza a lavarte los pies sucios…
¿Dejarías que te lavara los pies?
¿Aceptarías ese gesto… o te resistirías como Pedro?
Ahora…
Recordamos que la Semana Santa no comienza en la cruz…
Empieza de rodillas.
Dios lavando los pies del traidor…
Con un amor que no se detiene.
Déjame decirte que: uno de los mayores actos de humildad y poder… fue lavarle los pies a un traidor.
Sin más preámbulos inicio con el primer punto…
LAVAR LOS PIES – EL AMOR HUMILDE
Juan 13
En la noche más íntima del Maestro con sus discípulos, ocurre una escena desconcertante. Jesús se levanta de la mesa, se quita el manto, toma una toalla y se ciñe con ella. Llena un balde con agua, uno por uno, comienza a lavar los pies de los discípulos. Este acto es mucho más que un gesto de cortesía o humildad: es la radicalización del amor.
En la cultura hebrea del primer siglo, lavar los pies era una tarea reservada para los esclavos más bajos, para las mujeres más jóvenes o para la madre dentro del hogar. Un judío jamás lavaría los pies de otro. El Maestro, sin embargo, se convierte en esclavo por obediencia y en madre por amor.
El teólogo Raymundo Ramos escribió: «La actitud del pequeño que se inclina ante el grande no es necesariamente humildad, pero el grande que se inclina ante el pequeño, este es verdaderamente humilde.»
Pedro, desconcertado, se resiste. Para el oriental, la humillación era insoportable. Pero Jesús está enseñando un nuevo orden: el descender es la ruta de la grandeza en el Reino. Aquí no hay poder desde arriba, sino poder desde abajo. La salvación del otro se da por la aniquilación propia a favor del otro. Esto no es altruismo sentimental, es espiritualidad encarnada.
Filipenses 2:6-8 nos recuerda que Cristo, en forma de Dios, se despojó, tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Jesús lavó incluso los pies de Judas. No omitió al traidor. En ese acto, nos mostró que el amor cristiano no selecciona a quién servir, sino que se entrega sin reservas.
Además, hay un detalle que no podemos pasar por alto: Jesús no se quita la toalla después del lavatorio. Vuelve a la mesa con ella puesta. Esto significa que el servicio no fue un acto aislado, sino una actitud permanente. El creyente no se quita el delantal del servicio; vive con él.
Simbolismo:
- Jofaina: símbolo de purificación, de limpiar la historia de pecado.
- La jofaina era una vasija en forma de taza, de gran diámetro y poca profundidad, que sirve principalmente para lavarse la cara y las manos
- Toalla ceñida: representa la investidura del siervo, que Jesús nunca abandona.
- Agua: anticipación del bautismo y del derramamiento del Espíritu.
- Pies: la parte más sucia del cuerpo, símbolo del caminar, de nuestras decisiones.
Hoy más que nunca necesitamos una iglesia que se arrodille, NO que se imponga. Una espiritualidad que toque el polvo de los pies heridos, no que se refugie en estructuras de prestigio. La crisis de credibilidad espiritual que enfrentamos no es por falta de mensajes poderosos, sino por la ausencia de gestos radicales de humildad.
Preguntas:
- ¿Eres capaz de humillarte a otro con amor, especialmente a quienes te hieren?
- ¿Has aprendido a ver la autoridad como servicio?
- ¿Lavas los pies sucios de aquellos que te han lastimado o herido o solo los de quienes te agradan?
Sombra y Resplandor
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