Episodio de hoy: Sácalo de tu mente.
Sácalo de tu mente.
Pastor Carlos Cortez
Centro de Adoración Fe y Esperanza – CAFE Iglesia
Escucha nuestro ultimo episodio.
Si no puedes resolverlo, sácalo de tu mente.
¿Sabías que muchos de nuestros problemas de ansiedad, depresión, enfermedades y problemas familiares no vienen de lo que ocurre a nuestro alrededor, sino de lo que permitimos que ocupe un lugar en nuestra mente?
Hoy exploraremos un tema que toca fibras profundas de nuestra mente y espíritu: El té ma de hoy: Si no puedes resolverlo, sacalo de tu mente.
Este tema nos invita a reflexionar sobre la paz interior que necesitamos y cómo confiar plenamente en Dios para soltar lo que NO podemos controlar.
Hace un tiempo, un amigo me compartió que tenía varias noches sin dormir por problemas en su trabajo. Se preocupaba tanto por las decisiones de su jefe y el ambiente laboral que, aunque trabajaba duro, nunca sentía paz.
Una noche me llamó, desesperado, y me preguntó:
¿Por qué siento que todo depende de mí, aunque no esté en mi control?”
Le respondí: «Porque aún no has aprendido a soltar lo que no está en tus manos.
Hoy quiero compartir contigo lo que he aprendido a lo largo de muchos años, de experiencias propias y de otros.
El problema es que cargamos con lo que no podemos solucionar o controlar.
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Muchas personas se desgastan intentando resolver problemas imposibles o ajenos.
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Algunos ejemplos comunes:
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el preocuparse por decisiones de otras personas (la enfermedad del amigo, la adicción del vecino, la deuda o problemas economicos del compañero de trabajo)
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También por problemas del pasado (el fallecimiento de la abuela, problemas entre hermanos por la herencia)
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O circunstancias fuera de nuestro alcance: cómo el clima o el comportamiento del vecino, la obesidad de la prima).
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Cómo todo, siempre hay consecuencias: cómo el estrés, insomnio, ansiedad y, a veces, hasta problemas de adicciones o de salud física.
Mateo 6:34 No os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana trae su afán.”
2. ¿Por qué nos afecta tanto?
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Hay personas que quieren o creen en la ilusión de tener el control:
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porque controlan a los hijos a los padres, a los compañeros de trabajo, familiares, creen que al controlar o manipular pueden cambiar algo.
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Empatía mal dirigida:
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Queremos ayudar a otros, pero olvidamos que no podemos resolver sus problemas.
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Podemos dar un consejo, podemos orar por ellos, podemos aportar algo, pero debemos entender que Cada persona tiene que pelear y ganar sus propias batallas.
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Tu no puedes resolver problemas ajenos, porque no te corresponde.
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Cada persona es responsable de sus decisiones.
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Porque nos afecta? Porque nuestra mente se sobrecarga con “basura mental” que no nos deja espacio para lo realmente importante.
Si no puedes resolverlo, sácalo de tu mente, porque…
Hay un impacto negativo que afecta tu mente y corazón.
- Mental: Estrés y agotamiento mental.
- Espiritual: Falta de paz, porque hacemos a un lado a Dios y creemos que podemos ayudarle con preocuparnos, pero solo nos alejamos de la verdad, solo Dios tiene el control.
- Relaciones: Desgaste con quienes están cerca porque nuestro enfoque está fuera de lugar.
Primer punto:
1. Si no puedes resolverlo, sacalo de tu mente.
¿Cuántas veces dejamos que nuestra mente sea una prisión de preocupaciones?
Jesús nos dio una enseñanza poderosa en
Mateo 6:34 «No se preocupen por el día de mañana, porque el día de mañana trae sus propias preocupaciones.
Cada día tiene ya sus problemas.
Esto nos muestra que Dios nos diseñó para vivir en el presente, no cargando el peso del pasado ni el del futuro.
Recuerda: La vida es hermosa, la vida eterna es mejor, así que preparémonos para las 2Salmo 55:22 David nos dice: Echa sobre el Señor tu carga, y él te sustentará.
En Hb. la palabra echar implica lanzar con fuerza, dejarlo ir por completo.
Dios no quiere que llevemos nuestras cargas, sino que las arrojemos sobre Él.
Ejemplo:
Imagínate sostener un vaso de agua.
Al principio NO pesa mucho, pero si lo sostienes por horas, el peso se vuelve insoportable.
Lo mismo pasa con nuestras preocupaciones.
Si no las soltamos, nos agotamos física, mental y espiritualmente.
Pregunta:
¿Qué cargas estás sosteniendo hoy que necesitas soltar?
También …
2. Deja de asumir responsabilidades ajenas.
Deja de creer que eres responsable de los demás.
Reflexión:
- En ocasiones pensamos, creemos o sentimos que tenemos que solucionar los problemas de todos, pero esto NO es lo que Dios nos pide.
- Pablo en Gálatas 6:5 nos recuerda Cada uno debe llevar su propia carga
- Esto NO significa que no debemos o podemos apoyar a otros, pero debemos entender que límites.
- Si nos hacemos responsables de las emociones, decisiones y errores de los demás, terminamos drenados emocionalmente.
Perspectiva teológica:
- En Gr. «phortion» (carga) utilizada en Gálatas 6:5 se refiere a las responsabilidades personales que cada uno debe cargar.
- Dios nos da gracia para nuestras propias luchas, pero no para cargar con las de todos los demás.
Ejemplo:
- Piensa en las relaciones cercanas que tienes.
- ¿Cuántas veces intentas controlar cómo los demás se sienten o reaccionan?
- Esto no solo genera frustración, sino que también te roba la paz.
Aplicación:
- Dios es quien transforma corazones, no nosotros.
- Ezequiel 36:26, Él promete: «Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes.»
- Nuestra tarea es orar, no intentar cambiar a las personas por nuestra cuenta.
Pregunta:
¿En qué área de tu vida estás cargando algo que pertenece a otro?
3. Mantén tu paz y esto nos lleva Aprende a confiar en Dios.
Por último, una frase poderosa dice: «Si tienen algo que decirte, lo harán. Y si no lo hacen, es su responsabilidad, no la tuya.»
- Muchas veces nos preocupamos por lo que otros piensan de nosotros, por lo que no dicen o por cómo interpretamos sus actitudes.
- Esto nos quita paz y nos lleva a intentar “leer mentes,” algo que solo Dios puede hacer.
Perspectiva bíblica:
Proverbios 3:5-6 nos exhorta: «Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus sendas.
- Cuando confiamos en Dios, dejamos de depender de nuestras interpretaciones y entregamos nuestras dudas a Él.
Ejemplo:
- En la historia de Marta y María (Lucas 10:38-42), Marta estaba preocupada y ansiosa por agradar a Jesús con sus acciones, mientras que María simplemente se sentó a sus pies para escucharlo. Jesús le dijo:
«Marta, estás preocupada y distraída con muchas cosas, pero solo una es necesaria.»
- Esto nos enseña que nuestra paz no viene de hacer más, sino de estar en comunión con Dios.
Ejemplo:
¿Cuántas veces asumes que alguien está molesto contigo solo porque no responde un mensaje o no te habla como esperabas?
Estas suposiciones solo desgastan tu mente y corazón.
En lugar de eso, ora y confía en que Dios se encargará de aclarar cualquier malentendido.
Pregunta para reflexionar:
¿Qué situaciones necesitas entregar a Dios para vivir en paz?
Conclusión:
Hoy tratamos sobre 3 verdades clave:
- Soltar lo que no está en nuestras manos y entregarlo a Dios.
- Dejar de asumir responsabilidades ajenas, reconociendo nuestros límites.
- Mantener nuestra paz confiando plenamente en que Dios tiene el control.
Llamado a la acción:
Quiero invitarte a que tomes tiempo para orar y escribir todas las cosas que te preocupan.
Luego, entrega cada una en oración a Dios.
Dile: «Señor, esto está fuera de mis manos, pero en tus manos todo es posible.»
Desafío:
Por cada pensamiento que ocupe tu mente sin razón, detente y pregúntate: «¿Esto es algo que puedo controlar, o debo confiar en Dios?»
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