Episodio de hoy: Elegidos y perseguidos
Elegidos y perseguidos
Pastor Carlos Cortez.
Centro de Adoración Fe y Esperanza – CAFE Iglesia
Escucha nuestro ultimo episodio.
Elegidos y perseguidos.
Introducción.
Cuando somos elegidos por Dios. Sí. Imagínate Elegidos por él mismísimo Jesús para hacer una nueva tarea, cualquiera que sea, desde discipularnos, servirlo en otro lugar, iniciar un ministerio, hacer crecer su Reino, es decir: fuimos elegidos para hacer algo más grande, mejor o extenderse y obvio para hacer Su Voluntad y no la nuestra. Además, para ponerle más emoción, cuando llega ese llamado, sentimos que no estamos del todo preparados.
Ahora, quiero que pienses en esto y si puedes cierra tus ojos: Dios te eligió a ti. No porque fueras el testimonio más grande, no porque seas el que más títulos tiene, el más “apto” o el que tiene más antigüedad en esa iglesia.
Te eligió a ti porque cree en ti, porque Dios ve cosas que nadie ve o cree y a veces ni tú mismo has visto en ti el gran potencial y llamado, es más, esa designación divina y especial tiene tu nombre, porque Dios cree en ti, como tú crees en El. Porque Él sabe lo que realmente hay en tu corazón.
Sabes, lo mejor es que Dios seguirá cumpliendo sus promesas en ti. Para ti puede parecer inesperado, rápido, fuera de serie o inadvertido y hasta difícil de lograr, pero ocurre todo en el tiempo exacto para sus planes divinos.
Hasta aquí todo va bien ¿no? Dios te eligió, tú sin dudar respondes: yo y mi casa serviremos a Dios, en ti confiamos. Pones toda tu fe en acción, confías plenamente que este llamado viene de Dios, que será un gran desafío, pero también de bendición, que mejores cosas vendrán y que mejores cosas hará. Además recuerdas todas sus promesas, todo parece ser perfecto para ti y tu familia.
Pero aquí está el reto, viene la otra cara de la moneda: ser elegidos por Dios también significa que vamos a incomodar a muchos, sean familia, hermanos en la fe, consiervos y amigos.
No siempre la gente verá bien tu llamado. Imagínate, fuiste tú y no ellos los que harán esa encomienda divina, muchas veces, no saben por qué. De hecho, algunos se preguntarán ¿por qué ellos? El pastor se equivocó, les va a ir mal, van a fracasar, el o ellos no saben. Es así como pasamos de escogidos a perseguidos.
Y eso pasa por lo regular en nuestra cultura, en todos los ámbitos. En el llamado, pierdes amigos, compañeros y hasta familia.
Abre tu biblia en la primera carta de Pedro, en su capítulo 2:9, que dice: “Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.”
- Ser elegidos es un privilegio ABSOLUTO
ME EMOCIONA. Cuando la Biblia dice que somos “linaje escogido”, básicamente nos está diciendo que somos especiales para Dios. Es como cuando eras niño y alguien te elegía primero para su equipo. Dios miró el universo entero, y dijo: “Quiero que tú seas parte de mi equipo”.
Quiero que lo veas de esta manera: hay millones de personas en el mundo, aun así Dios pensó en ti.
Juan 15:16, Jesús dice: “No me eligieron ustedes a mí, sino que yo los elegí a ustedes”. Woooow ¡Qué locura! Él NO nos eligió porque lo merecíamos, sino porque Su amor es grande.
Y eso nos da una identidad que el mundo no nos puede dar. Somos hijos de Dios, maestros, evangelistas y pastores reales, somos parte de Su plan. Eso significa que la opinión de los demás ya no define quiénes somos.
Eso me hace recordar la “parábola de los trabajadores de la viña” o “La parábola de los jornaleros”. Que se encuentra en Mateo 20:1-16. En esta historia, un dueño de una viña contrata trabajadores a diferentes horas del día, desde temprano en la mañana hasta la tarde. Al final del día, paga a todos un denario, que era el salario habitual por un día de trabajo. Esto provoca que los que trabajaron desde temprano se quejen porque sienten que merecen más. Sin embargo, el dueño les recuerda que todos aceptaron el mismo salario desde el principio.
La parábola ilustra la generosidad de Dios y cómo Su gracia no se mide por el tiempo o el esfuerzo humano, sino por Su amor y soberanía.
- Pero ser diferentes incomoda al mundo
Mencioné que, está la otra cara de la moneda. Ser elegidos también significa que no siempre vamos a encajar. ¿Alguna vez te has sentido fuera de lugar porque tratas de vivir conforme al plan de Dios? Jesús lo dijo bien claro en Juan 15:18: “Si el mundo los odia, recuerden que antes me odió a mí.”
Muchos no van a entender por qué decidimos aceptar el llamado de Cristo. Tal vez te critiquen porque no tienes instituto bíblico o no sabes lo que ellos, tampoco tienes muchos años de servicio, en pocas palabras porque no ven las cosas como ellos quieren verlas. Tal vez te rechacen y hasta sus acciones no honren a Dios. Y digas, me duele. Pero déjenme decirles algo: ser perseguido no significa que estamos haciendo algo mal. Muchas veces significa que estamos haciendo algo tan bien que puede incomodar a otros nuestra pasión y excelencia en lo que nos pide Dios hacer.
¿Cómo enfrentamos el rechazo?
- No pierdas el enfoque:
Recuerda quién eres y de dónde viene tu valor. Romanos 8:31 dice:
“Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?”
Tu identidad depende de lo que Dios dice de ti, no de las opiniones humanas.
- Ama a los que te rechazan:
Aunque difícil, Jesús nos enseñó a orar por quienes nos persiguen (Mateo 5:44). No se trata solo de soportar, sino de reflejar el amor de Dios incluso en medio del rechazo.
- No te avergüences de tu fe:
Pablo declaró en Romanos 1:16:
“No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación.”
En un mundo que celebra lo malo como bueno, necesitamos valentía para mantenernos firmes.
CONCLUSION
Ser elegidos por Dios es el mayor honor que podemos experimentar. Aunque implica un precio —críticas, rechazo o señalamientos—, lo que Dios dice de ti siempre será más importante que cualquier opinión humana.
Jesús, aunque fue rechazado, nunca dejó de amar. Él te eligió porque vio algo único en ti. Así que, cuando vivas para Él, estarás marcando una diferencia, incluso si no todos
Recuerda siempre:
“El mundo puede rechazarte, pero Dios nunca lo hará.”
Vive con valentía, mantente firme y nunca olvides que eres parte de un plan divino mucho más grande.
Como dice el pastor… ¡Aguanten vara! Porque tú eres linaje escogido, hijo del Rey, y no hay nada más poderoso que eso. Amen y Amen.
Elegidos y perseguidos.
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